MI TRAYECTORIA Comence jugando al basquet en una hermosa ciudad en donde vivía con mis padres: Bahía Blanca. Por esos años Bahía Blanca era solo basquet y mis primeros tiros no fueron al aro con la anaranjada sino a un balcon de una casa de mi barrio (Caronti 469 casi Alem, el que conozca la ciudad sabra ubicarse en el barrio) y con una pelota de goma. Tenía alrededor de seis años y conformamos un equipo en la cuadra de mi casa jugando entre nosotros o contra otros barrios cercanos. Luego nos civilizamos (jeje) y me compraron mi primer pelota de basquet con un aro que mi viejo me colgó en el fondo de mi casa. En esa época no existía el minibasquet, pero mi primer club al que fui a tirar al aro en serio fue Sportivo Bahiense, allí estuve hasta los once años. Ya de regreso en mi querida ciudad de La Plata y como no podía ser de otra manera fiche para Estudiantes (infantiles y cadetes), en juveniles pase a Max Nordau en la calle 11 entre 58 y 59. Ya teniendo edad de primera (no existía sub-nada jeje) jugue para Dante Alighieri en la esquina de 8 y 68, al desaparecer el Dante nos fuimos a probar junto con Daniel Cerisola (primo del Pichi) a Unión Vecinal pero una grave lesión en la mano derecha me impidio fichar para el club de la calle 9 y termine "colgando" las zapatillas en mi querido Club Juventud, el de la calle 35 entre 1 y 2 cuando tenía 28 años.- MI FILOSOFIA DE VIDA Mi vida siempre se cimento en el esfuerzo y en tratar de ser una buena persona y sobre todo honesto conmigo y con los demás e ir siempre de frente (cosa que me acarreo algunos problemitas pero no me arrepiento) y con la verdad. El deporte tuvo un lugar privilegiado en mi vida ya que también incursione en la natación y las pesas,  porque considero que junto con el estudio es la mejor manera de tener una buena calidad de vida y de estar alejado de muchas tentaciones que nos acercan "amigos" cuando no tenemos la cabeza y el corazón puestos en una meta. Día a día trabajamos con mi señora para formar a nuestros hijos con valores que les ayuden a ser buenas personas. Estamos orgullosos de ellos porque además son buenos estudiantes y también deportistas, tal es el caso de mi hijo Gastón, con el que estoy reviviendo muchos recuerdo compartiendo ya el sexto año de su carrera en el basquet. Creo que por ahora, con acierto y errores, que trato de corregirlos, van entendiendo el mensaje, en definitiva creo que la familia es el núcleo en donde podemos y tenemos que refugiarnos cuando algún problema nos aflije y también cuando tenemos que compartir alegrias.  Gracias a todos por leer esto y espero que pueda servir como humilde ejemplo para quien lo necesite. Esta pequeña reseña de mi se la quiero dedicar en primer lugar a mi familia y además a dos tipos bàrbaros a los que quiero mucho y que los conoci en el club Meridiano Vº donde Gastón aprendió a jugar al basquet, para ustedes Alejandro y Juan Carlos T. Gracias.                                                           Eduardo Poirot (el turco)